lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Quien nos impide soñar?

Todos los días , cuando mi mente no esta turbia y las mañanas parecen sonreírme; pregunto a mi alrededor los motivos por los que luchar. 
¿Que o quien es la razón para esbozar en nuestro rostro algo parecido a una sonrisa?
Quizás las mayoría de las veces no encontremos un aliciente palpable, algo que suscite un atractivo tan fuerte como para luchar por ello. 

Puede que la razón básica de esta incapacidad ante dicho descubrimiento, sea la tendencia en niveles altos a conseguir lo mejor,por desgracia la adoptamos frecuentemente.

Para nuestra sociedad el no sentirnos plenos significa una perdida en el horizonte; significa tener un futuro desalentador y lo que es peor, no luchar por cambiar ese adjetivo.
Se puede definir como una intolerancia a la frustración; que a veces sin pararnos a pensar cuan de descabellada es dicha dinámica ;nos sumergimos en ella como peces agonizando en un lago tóxico. 



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