Constantes, aquellos pensamientos que tratan de congelar el movimiento de tus dedos, el susurro de tu alma y el gemido de tus emociones. 

Cabizbajo , lo ves alejarse, como aquel animal que ha perdido su carrera y ahora camina sin determinación, sin entender cual es el sentido de seguir atormentando a una mente que ya hace años descifró sus más complicados enigmas.

Lo sientes emanando de tu interior; ese bramido desesperado, ese cúmulo de continuo rumor que has acumulado durante el dia, el que piensas que es puesto por tu alrededor, pero en realidad es construido por tu criterio. Frágil y fragmentado, dañado por la continua y agria mirada hacia uno mismo. 

Recuerda; nadie posee el poder de conocer tu propio valor o habilidades..  

A veces es necesario cambiar la dirección de tu afecto, el cual tiende a ser  despedido  de tus entrañas en grandes proporciones y aterriza en todos aquellos seres que te rodean; dejando solo pequeños granos para ti mismo.