Aprender de uno mismo..

El auto-conocimiento de nosotros mismos permite estructurar nuestros actos en base a nuestros sentimientos, por supuesto aportando sentido a las conductas, dándoles un valor. 

Es imprescindible aprender cuales son nuestros defectos y cuales no lo son, ¿hasta que punto somos capaces de mejorar? ¿Son defectos o solo formas diferentes de actuar? 

Preguntas constantes, la duda, baja autoestima... la culpabilidad que nos ataca, sin darnos cuenta; a veces es una forma de no querer vivir, un desapego total a las responsabilidades que deberíamos cumplir sin miramientos, algo nos impide traspasar esa barrera, la condición es devastadora, tal vez si..... deberíamos mirarla como una enfermedad, la  depresión clínica.

En la sociedad actual, todas las actitudes, estereotipos o formas de vida, pueden ser encasilladas en enfermedad o salud, todo se puede etiquetar, quizás sea esa la solución  a las neurosis, dar esencia a nuestra existencia; podemos estar enfermos porque no actuamos como socialmente esta bien visto y por ello atribuimos nuestra conducta a un desorden químico; claro, es mucho mas fácil desentendernos de nosotros mismos y dejar que una droga nos capacite emocionalmente para soportarnos a nosotros mismos, encajar mediante las actitudes, trabajando, preocupándonos por el resto. 

Quizás sea mas fácil retroceder a una fase que deberíamos haber suplido en la infancia, la fase en la que empezamos a salir de nosotros mismos y comenzamos a querer al resto de las personas. 

Incapacidad

La depresión es la incapacidad para construir un futuro... 

Escuchas frases en películas, las lees; quizás en libros o a lo mejor en anuncios publicitarios, cuando el mensaje tiene un significado con un valor alto para ti, queda grabado en tu cerebro, mientras que si el mensaje no tiene ninguna atribución significativa para tu persona, simplemente es desechado.. 

eso es la atención selectiva. 

La frase que se expone en el comienzo del párrafo, simboliza una película que expresa situaciones relativas a el mundo de la psiquiatría; refiriéndose a trastornos mentales y psicofarmacos, en los cuales, por desgracia estoy inmerso desde hace mas de 4 años. 

Puede que no este deprimido, quizás simplemente no haya encontrado el sentido a mi existencia, pero cuando comienzas a aislarte del resto de las personas; casi podría considerarme autista, me repliego en mi mismo y me asesino, autofragelación es la palabra, la estructura incorrecta de pensamiento forjada es incorrecta y el principal inconveniente por el cuál me veo obligado a drogarme es la incapacidad.

Incapacidad para ver la luz a través del túnel. 

Miedo...

El miedo, siempre estamos a expensas del mismo, todo es terriblemente paralizador ; el habla se ausenta y nuestro corazón se acelera, siempre lo obviamos, nunca nos preguntamos por su raíz, ¿de donde vienen los miedos?,¿ porque nos poseen de manera sobrenatural?.

Cada día nos enfrentamos a situaciones que otros no comprenden, situaciones que vistas desde otras perspectivas son irremediablemente paralizadoras para estos espectadores, pero para nosotros; la actuación ante las mismas son casi como un impulso involuntario. No existen limites en contraste a otras personas. Nosotros envidiamos y ellos nos envidian en ciertas facetas.Lo que demuestra las diferencias psicológicas o estructuras mentales que cada uno posee son profundas; hay abismos entre hermanos y abismos entre padres e hijos. 

El miedo es un sentimiento normal, adaptativo, quizás necesario para no tropezarnos en algunas situaciones, pero incapacitante cuando no podemos desplegarnos en situaciones vitales. 

Necesidad de estabilidad

Planteamos por costumbre forjar una estabilidad que nos permita continuar hacia adelante, que las cosas nunca cambien, que todo cuanto nos rodea siga estático, es decir; con un aspecto no amenazador para nosotros mismos. 

El cambio resulta abrumador, cuando nuestra perspectiva de armonía

resultaba tan convincente, tan real. 

Pero.. ¿que es sino la vida? una sucesión frenética de situaciones, cambios predecibles y cambios repentinos, cambios; los que pueden denotar una mejora o un empeoramiento en nuestra situación; nuestra costumbre es aferrarnos a los positivos, para nosotros resultan mas enriquecedores,son  alicientes para continuar.

Por razones que nunca entendemos,  a veces llaman a nuestra puerta los invitados negativos, aquellos sucios y rastreros que huelen mal, los que queremos que se esfumen a toda costa.

Aunque sea un pensamiento utópico en mi persona, este tipo de invitados son los que nos ayuda a determinar quienes somos, cuanto somos capaz de soportar y cual va a ser nuestra transformación; ¿quienes vamos a ser después?, ¿personas mas fuertes? ¿personas desgraciadas?. 

Aferrados al pasado...

Atados a los recuerdos, siempre pensando en cuales fueron nuestros errores en el pasado; vemos una neblina espesa combinada a estos que nos impiden determinar cual es el cambio para no volver a la misma espiral de desesperación. La realidad es que, cuando el autoestima esta fragmentado, una persona no es consciente de que el cambio esta en el, de que el tiempo no va a resolver su forma de actuar, sino que es nuestra conducta actual, es decir, la que realizamos en todo momento e instante la que debemos comenzar a modificar, estar siempre alerta de lo que necesitamos. 

Mirar el negativismo anclado en el pasado, solo puede servir para perpetuar algo incorrecto, algo que nos daña, es lógico que recordemos, que la experiencia pasada nos ayude a recapacitar para acertar en nuestras conductas futuras,pero cuando el dolor pasado es solo una forma de apoyo para actuar en el presente, estamos perdiendo el tiempo, una forma de excusa más que sirve para provocarnos de nuevo el mismo dolor. 

¿Porque esta dinámica auto-destructiva? 

Los humanos, seres inteligentes a la par que totalmente desconocedores de si mismos. 

Dinamicas peligrosas

Obcecarse en un punto fijo,  la simple actitud de la parálisis, esa que nos ataca cuando menos lo esperamos.
Resulta fácil navegar por caminos oscuros, también por caminos de positividad , pero los humanos nacemos con un velo oscuro que marchita nuestro corazón y nuestra libertad de expansión.

Todo lo que escribo se reduce siempre a lo mismo: las  tendencias humanas  negativas,todas ellas se manifiestan en gran parte de la sociedad , pero son extenuadas  en un limitado numero de personas que envidio irremediablemente.

Esperanzas

El miedo; escalable como paralizador, buscando un resquicio de debilidad para atentar contra los pequeños avances que nuestra mente esboza, la noción de los deseos escapa, lo hace al igual que las ideas que crees tener fijas. 

Ayer todo era gris, hoy es de un cegador color amarillo; quizás mañana sea oscuro o a lo mejor los colores no existan. Todo puede perder el sentido de la noche a la mañana; pero las esperanzas siempre se mantendrán dando vida a los escasos impulsos que permiten que la neblina se disipe y  podamos seguir funcionando. 

Viaje...

Viajes, continuos e ininterrumpibles, cada paso por el camino de las emociones resulta oscuro, inquietante y a veces maravilloso; lo cierto es que en mi caso lo maravilloso es escaso,  frio y confuso. Tampoco quiero felicidad eterna, eso no existe, resulta efimero, ridiculo y carente de vida, es decir, irreal.