lunes, 28 de marzo de 2016

Vida, tranquilidad y frenesí

Me detuve unos segundos para expirar mis últimos segundos en  aquel difuso planeta; desperté en una nueva y fría dimensión  cuya estancia era casi insoportable. Avance lenta y delicadamente entre todas aquellas rocas que no me permitían visualizar mas que su irregular y grisácea tez. Gran volumen de recuerdos ahondaban en mi conciencia como una fina llamada proveniente de aquel planeta  que posiblemente no podría sentir de nuevo con los mismos pies.

Suelen existir en nuestras vidas aquellos instantes que marcan un antes y un después en nuestra forma de ver el mundo, pero esto no significa que suceda una vez aislada; estas divisiones pueden ocurrir tantas veces como el número de exhalaciones e inspiraciones de aire realizadas en nuestro día a día. La formación en nuestra existencia no tiene un punto final; y "tranquilidad" es un concepto figurado. Todo es frenético y dinámico; las circunstancias son modificadas al igual que se recambian los componentes de todas nuestras células.