Aprender de uno mismo..

El auto-conocimiento de nosotros mismos permite estructurar nuestros actos en base a nuestros sentimientos, por supuesto aportando sentido a las conductas, dándoles un valor. 

Es imprescindible aprender cuales son nuestros defectos y cuales no lo son, ¿hasta que punto somos capaces de mejorar? ¿Son defectos o solo formas diferentes de actuar? 

Preguntas constantes, la duda, baja autoestima... la culpabilidad que nos ataca, sin darnos cuenta; a veces es una forma de no querer vivir, un desapego total a las responsabilidades que deberíamos cumplir sin miramientos, algo nos impide traspasar esa barrera, la condición es devastadora, tal vez si..... deberíamos mirarla como una enfermedad, la  depresión clínica.

En la sociedad actual, todas las actitudes, estereotipos o formas de vida, pueden ser encasilladas en enfermedad o salud, todo se puede etiquetar, quizás sea esa la solución  a las neurosis, dar esencia a nuestra existencia; podemos estar enfermos porque no actuamos como socialmente esta bien visto y por ello atribuimos nuestra conducta a un desorden químico; claro, es mucho mas fácil desentendernos de nosotros mismos y dejar que una droga nos capacite emocionalmente para soportarnos a nosotros mismos, encajar mediante las actitudes, trabajando, preocupándonos por el resto. 

Quizás sea mas fácil retroceder a una fase que deberíamos haber suplido en la infancia, la fase en la que empezamos a salir de nosotros mismos y comenzamos a querer al resto de las personas.