
Ayer todo era gris, hoy es de un cegador color amarillo; quizás mañana sea oscuro o a lo mejor los colores no existan. Todo puede perder el sentido de la noche a la mañana; pero las esperanzas siempre se mantendrán dando vida a los escasos impulsos que permiten que la neblina se disipe y podamos seguir funcionando.
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