jueves, 4 de diciembre de 2014

Más allá del olvido

Los recuerdos, las memorias ;aquellos caracteres que conforman la totalidad de nuestra persona; potentes y a veces frágiles;conscientes de cada unos de los cambios; los que perseguimos o buscamos. Siempre son huellas casi indelebles, aunque no para todos. 

Después de atravesar una larga vida con todos aquellos sucesos que esta alberga eres capaz de alcanzar una sabiduría casi plena de ti mismo con la que eres capaz de sentir ese regocijo cuando te encuentras solo.
Es temor lo que describo al imaginar la fuga de todas esas marcas en nuestra persona; olvidarte de ti mismo en el sentido de  identidad;  no obtener emoción ni sentimiento alguno ante el intento de estimulación de aquellos que te rodean; aquellos que aún no pueden creerse que esto te haya podido suceder a ti.

 La persona que jamás olvidaba dar un abrazo, un beso o una caricia ; además del enorme sustento cuando el mundo se caía . Olvidó quien era , porque estaba en ese lugar , o quién eran  las personas que le intentaban recordar para que servían esas piernas que aún conservaba.
Recuerdo; a veces , aquel tiempo remoto ; quizás en el quinto de mis primeros años; cuando intentabas calmar nuestra sed con una jarra de agua al acostarnos, cuando nos susurrabas lo  mucho que nos querías y cuando calmabas mi agitación en medio de la noche al descubrir que mis padres no estaban en su dormitorio.
Fue uno de los últimos días; en los cuáles aún mantenías tu verdadera esencia y  sonreíste sabiendo quien era yo , cuando te encontrabas en el hospital después de aquella operación. Aquel lugar... , situación... de ese conjunto de los que comenzaban a ser extraños para ti.

Aun así todo no había acabado ; con el dolor en tus entrañas e intentando mantener la cabeza firme cuando hablabas con personas que ya no conocías; cuando tu nieta crecía y la intentabas cuidar como habías hecho con el  resto de nosotros; cuando intentabas ayudarme con aquellas operaciones aritméticas; sumas,restas, divisiones...Describo una bondad absoluta que demostrabas siempre;  aunque  bajo un triste y limitado estado psicológico  te encontrabas.

Supongo que es verdad lo que se dice del retroceso hacia la edad temprana cuando nos hacemos mayores.
Es entonces cuando mis recuerdos reflejan el continuo cuidado que toda tu familia manifestó en todos esos años.Aún se apreciaban  las sonrisas en tu rostro cuando cuando utilizábamos tu nombre con las esperanzas de una respuesta, esto ya no era así; habías olvidado que era hablar, y llegados a este punto nuestros intentos por enseñarte hacerlo de nuevo ; fueron en vano. Pocas semanas antes de tu despedida ;recuerdo tomar tu mano con energía y esperanzas de que una parte de ti , pudiese sentir mi compañía, mi afecto; mis ganas de decirte que siempre te recordaría.




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