martes, 21 de enero de 2014

La reconfortadora..

La preocupación, obsesión; por no poder aprovechar  cada soplo o aliento de los minutos que desnudan nuestra alma con un suspiro; que aunque a veces parece no recorrer nuestras entrañas, esta desintegrando cada uno de nuestros motivos para realizar una acción; desintegrandonos a nosotros mismos, porque lo único que llega después es la muerte, aquel momento que no entiende de vivencias, luchas y logros, simplemente te toca.

Pensar en nuestro final como una desmotivación para seguir realizando las tareas cotidianas; que no van a tener sentido después de la muerte; puede ser un enfoque real; pero no  el acertado para vivir con energía y con plena actitud para afrontar las adversidades.

Lo motivacional y reconfortador ante esta realidad es   la perspectiva de la indiferencia; no tener miedo a nada; ninguna acción o conducta por parte de nosotros tiene ninguna trascendencia importante; cualquier error o fallo, solo va a ser una prueba más en esta probeta a la que llamamos vida. Después solo; moriremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario