viernes, 11 de octubre de 2013

La funesta manía del pensar


La intención de salir de este estado es desesperada, solo quiero reunir las fuerzas necesarias para ir en contra de mi mismo, no es fácil; porque a la vez tu mismo te induces a no hacerlo. 


Es una especie de contracorriente que no puedes soportar y desencadena en ti mismo una tensión constante, una energía irritadora que te consume. Tu conducta y percepciones te abruman cada vez mas; sin querer llegar a ese punto te das cuenta que tu cabeza se ha convertido en una hoya a presión, en la cual , cualquier momento puede ser el apropiado para dejar de resistir. 

¿Y que es lo que viene después? 

No querer vivir tu propia vida, despedazar tu alma en un lecho suplicando un atisbo de energía para poder mover tus extremidades, pues inevitablemente la parálisis se ha generalizado; ya no hablo de temor, sino del mas terrorífico impacto en nuestra psique: perdida de control en tu cuerpo
; "la catatonia" inevitable en nuestra persona. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario