sábado, 17 de mayo de 2014

Nunca digas jamás



 Nunca, nunca, nunca, jamás voy a caer ; eso ya no existe ;forma parte de mi historia.
Pero no es así, debemos aceptar que es inborrable, y que nuestro pasado ha abierto en nosotros una condición como personas. No se trata de negarla, no se trata de pensar que es una enfermedad, una tensión.Si no,  solo aceptarla. Porque esa condición eres tú.Es el único medio de avanzar; de sentirnos "curados". Pues nosotros mismos creamos nuestros fantasmas.
Los gritos desmesurados de almas que nos se conforman;  solo son meros e inocentes residuos de aquello que  hace muchos años deseamos que no existiese, que el tiempo pasaría y se lo llevaria.
Cuando no es así nos volvemos a enfrentar a nosotros mismos.
¿Que hacer?
Aceptarlo o morir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario