sábado, 8 de febrero de 2014

La realidad duele..

Sentir la fría caricia de la miel que te lleva a la muerte sin poder evitarlo... 
A veces la incapacidad de diferenciar nuestra percepción, intereses, pensamientos y voluntad  con los que posee el resto de personas, nos conduce inevitablemente al error, a la trampa. 
Mi recuerdo se difumina con el tiempo, pero es obvio que mi partida causó una impotencia espasmosa en las personas que vivieron o viven como yo lo hice, que sintieron la injusticia en sus carnes tanto que el dolor de no poder ser otra persona; causó una herida en su alma para siempre, una profunda represión o etiqueta que su conciencia esboza y escupe a la cara  cada día de sus vidas. 
Vidas; las que son arrebatadas sin ni tan siquiera ser visualizadas sus esencias, sin tan siquiera acercarse al puro concepto de ser humano; de persona que ama y respira como el resto. 

En tu memoria.. 

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