La parálisis es un estado de indecisión; que hace que frecuentemos la monotonía y la desidia; calificar este estado como un descanso resulta terriblemente equivocado, puesto que un descanso tan marcado; lleva al colapso de nuestro funcionamiento, al detenimiento de nuestros días.
Si bien, ha podido haber momentos en los que no haya aprovechado ni amado mi propia vida, instantes en los que el tiempo se ha escapado y no he podido evitar la falta de iniciativa para librarme de la locura que quiere desayunar mi alma todas las mañanas, mis antiguos miedos regresan, pero ahora se como funcionan; tengo la capacidad de frenarlos antes de que me engañen, antes de que me hagan creer que me encuentro en el universo paralelo, aquel que olvide hace tiempo; ese que no genera ningún respeto, nadie puede sobrevivir a el, absolutamente nadie; luchar en contra, a veces , resulta una opción bastante áspera, porque significa que estas luchando contra ti mismo.
A veces te odias por no poder ser otra persona, por no parar de sangrar como el resto; por permitir que la cobardía atraque a la valentía en sendas ocasiones.
Otras veces tu corazón salta haciéndote dudar si tu locura no es mayor de la que creías anidar, pero no; jamás he estado tan cuerdo. Solo sé que existo.
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