Es curioso también ese modo en el que nos deshacemos de los adjetivos propicio u hostil en las diversas situaciones humanas para convertirlas todas ellas en desgracias por todo aquello que nos falta o maravillosas porque aunque nos falte de todo tenemos una vida. Lo que finalmente podemos traducir en dos opciones muy diferentes:
Ser un desgraciado o agradecer todo aquello que nuestro mundo nos proporciona independientemente de su tamaño.
Ser un desgraciado o agradecer todo aquello que nuestro mundo nos proporciona independientemente de su tamaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario