martes, 27 de octubre de 2015

Avanza, repta, escarba...

En peligro de derrumbe o derribado. Existen   grandes similitudes entre ambos estados,  componentes que debemos tener siempre presentes para abatirlos: Fuerza, quererse a si mismo y no ahogar nunca la esperanza  . Cada uno de los pasos que damos hacia delante son claves  para alcanzar la meta deseada, pequeños empujes que nos permiten poco a poco tener soltura, poder deslizarnos como siempre hicimos, poder deshacernos del plomo que cargamos a nuestra espalda en esa oscuridad . 

Imaginemos por un momento que nos encontramos encerrados en un estrecho túnel, oscuro y decrepito; en el pasado la luz lo podía iluminar a través de grandes claraboyas y el avance por el mismo se hacia bastante más llevadero. 

En la actualidad estos accesos de luz se encuentran parcialmente cubiertos por escombros de la tierra que penetraron de forma repentina y desafortunada sobre los mismos. El único método para caminar ahora en este lugar es aprovechando cada tenue rayo que alumbra el camino, en algunos momentos incluso golpearnos por la falta de visibilidad contra los obstáculos que no visualizamos correctamente; existe el miedo, la desilusión, el cansancio por la dificultosa movilidad, pero cada pasillo recorrido indica mayor proximidad a la salida, esa que permitirá encontrar otro nuevo lugar , un nuevo emplazamiento con la iluminación suficiente, donde vivir resultará menos complicado. 

Si todo ha sido parcialmente destruido, plantea cuál es la mejor opción volver a reconstruir sobre los mismos cimientos o definitivamente buscar un nuevo lugar para que no vuelvas a encontrarte en la misma situación más adelante.

Nunca serás el mismo de ayer, simplemente una nueva versión diferente , adaptada a su situación actual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario