martes, 25 de octubre de 2011

Meditando...


Los trastornos de personalidad o enfermedades mentales englobadas en el DSM siempre han creado polémica en el mundo.
Se suele afirmar que los trastornos mentales se hacen excesivos, ya que a veces a cualquier rasgo destacable de la personalidad se convierte directamente en un rasgo patológico, puede ser correcto esto….
Puede que no haya una explicación científica convincente sobre estos trastornos, pero para lo que es de gran ayuda el DSM, es su utilidad para hacer que algunas personas que sufren de manera incondicionada sin motivo aparente, vean un respiro, una luz, cuando se les dice que esta enfermos y que sus emociones tienen una solución, mas efectiva que la resignación.
Por ejemplo el método más habitual para tratar estas afecciones, son los antidepresivos.
Estos medicamentos a veces son recetados como caramelos, algunas personas afirman que es un tratamiento falso que lo único que hace es crear una adicción, de esta forma abastecer de ganancias a la multinacional farmacéutica.
¿Es correcta esta teoría?
Puede ser pero, lo que es realmente cierto es que nadie esta obligado para acudir al servicio de psiquiatría, las personas que lo hacen podría ser porque lo necesitan, porque los métodos alternativos no han sido efectivos, y ese sufrimiento es cada vez mas incapacitante (a nivel, social, familiar , laboral..) en el sujeto. Mi intención no es que se consuman o se dejen de consumir antidepresivos, pero si decir lo siguiente:
“puede ser que las enfermedades mentales sean el negocio del siglo, pero cuando una persona siente que se va a la deriva, le empeorara el hecho de pensar que su afección es irremediable y que tiene que resignarse a vivir con ello, porque es su personalidad”
A todas las personas que consuman decirles que los psicofármacos pueden ser un remedio eterno si afirmas que tu vida se basa en ellos, que debes estar consumiéndolos para estar estable a lo largo de tu existencia.
Cubrir  no es su objetivo, simplemente dar perspectiva a la personas porque se deteriora estrepitosamente.
Su uso debería amoldarse a un periodo necesario y sin sobrepasarlo.
Una vez que la mentalidad de la persona se ve influida por contradicciones o prejuicios de estar medicándose seguramente sufrirá el doble, ya que no se basa en ninguna esperanza para seguir adelante.
“TODO ESTA EN NUESTRA MENTE, CON ANTIDEPRESIVOS O SIN ELLOS, DEBEMOS SER SIEMPRE NOSOTROS, AFERRARNOS A ESA CHISPA QUE A VECES NO ENCONTRAMOS. NOSOTROS SOMOS LOS DUEÑOS DE NUESTRAS ESPERANZAS”

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