
Aquella mañana, temblando; mis manos te sostuvieron, mi mirada en un principio incrédula continuó reflejando una mezcla de diferentes estados entre los que destacaban el terror, el pánico, desconcierto y desolación. No todo murió en ese instante; simplemente se escribieron las primeras palabras de un nuevo capitulo;solo una nueva fase de todas esas que componen una vida.