La primera de ellas; se forma con la
creación de nuestra personalidad a lo largo de toda la vida;
se alimenta de experiencias vividas,
aprendizajes asumidos; como resultado de un motivo estimulo-
respuesta.
La segunda, viene de una percepción
inducida artificialmente; mediante químicos traídos de las manos de
las multinacionales farmacéuticas; que tratan de sanar a las
personas mediante una forma bastante curiosa; cambio radical de la
química cerebral, si; aquella que regula nuestras emociones,
percepciones, sentimientos y formas de vernos a nosotros mismos; es
decir desde una posición negativa o positiva, la autoestima.
Me veo inmerso a pelear contra un
trastorno psíquico que el continuo consumo de psicofármacos ha
creado. Este trastorno psicológico se fundamenta en la “ no
aceptación” de lo que nuestra realidad ha hecho de nosotros, es
decir; de lo que somos cuando no estamos bajo los efectos de estas
drogas.
Las emociones y los pensamientos forma
parte de nuestra rutina en la vida ; de nuestros fracasos,
logros y
motivaciones para seguir adelante, es decir; las armas que nos
representan en la aridez de este mundo que habitamos, en cambio;
muchas veces con estos químicos las suprimimos, esta bien,
avanzamos, vivimos; pero no lidiamos con nuestros problemas de la
forma adecuada, esa forma adecuada es el aprendizaje.
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