Cubierto de una capa áspera de frialdad, evoco a un tiempo pasado en el que los pensamientos formaban parte de la dimensión equivocada, confusa; en donde todo se vuelve incoherente y lleno de temor.
Aquel paisaje en el las aves no emiten melodías y solo con horror en sus instintos, difunden alaridos; por no poder respirar el oxígeno del aire que rompen con sus alas.
Así es como nos encontramos en determinados momentos las personas; faltos de oxígeno y raciocinio en las mentes, confusos ante el futuro incierto, pasado; que aun no logras entender; incapaces de vivir el ahora , es decir, perturbados por nuestros dos y contrarios extremos temporales: el pasado y el destino.
Si nos detenemos a contemplar esto, comprobamos que es absurdo; completamente ilógico; no podemos vivir el presente con cargas del pasado ni del destino, ninguno de ellos nos limita para actuar en el momento; vivamos el presente : asumamos y planteemos el futuro como aquella meta que no alcanzaremos si nos comportamos siempre del mismo modo; es decir, como nos indican los fantasmas de lo realizado,perdido o atascado.
Si haces siempre lo mismo y no te da resultado, ¿porque no buscas otra alternativa?
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