Eres tu mismo quien tiene el poder de atraer lo que quieres hacia tu sendero , despejarlo de aquellos entes y objetos que lo perturban, los que trasforman tus días en pura oscuridad, lamento... quizás ni siquiera haga falta desplazarlos; sino obviarlos, perdonarlos, incluso quererlos; son ellos los que se perdieron hace tiempo y no encuentran la llave para abrir la puerta que les sigue encerrando en vida.
Pasaría mi mano por el fuego y la mantendría a escasos metros del mismo; sintiendo ese calor agobiante que te abrasa y casi te levanta la piel.
Todo ello por ayudarte, por que sé que tienes miedo, se que lo único que necesitas para no sentirte así es: aliento, cariño; todo aquello que consiga aliviar tu dolor.
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