En el primer momento negué con absoluta incredulidad que aquello emitía algo lógico en su melodía; mensaje deforme;incoherente,casi onírico.
Poco a poco sin barruntarlo, comencé a sentir que se acercaba de forma sincera; que quería recordarme que existía por algo. Porque nunca son foráneas para nosotros mismos ; el único desconocimiento es el que nosotros pretendemos instaurar.
Huyo sin percatarme, intento mantener mis pies a una distancia razonable de tus garras, de tu gélido y frío aliento penetrando en mi mente como una helada que frena el desarrollo de las plantas, como un gran clamor que estremece al más enérgico e inquieto ave que lucha por remontar el vuelo, por sentir de nuevo el aire golpeando en sus alas y la despreocupación de saber cuál será su lugar de aterrizaje... cientos de millas adelante.
A veces me pregunto cómo es posible crecer en esta dirección, como se desarrolla el avance entre esas sogas que tu has atado cada vez con más fuerza a tu espalda, a tu pecho, a tu alma.
Me pregunto si la filogenia nos ha hecho de este modo; si la desconfianza o el estrés tienen más raíces a parte de las que nos deja el entorno en el que hemos crecido, la sociedad , su cultura...
Recuerdo las palabras de una persona muy querida, la cuál me hizo meditar sobre la importancia de volar en nuestros propios términos:
"Lo que tienes que hacer es empezar a sentirte libre , ¡Si! a ir desnudo por la calle"
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