Viajes, continuos e ininterrumpibles, cada paso por el camino de las emociones resulta oscuro, inquietante y a veces maravilloso; lo cierto es que en mi caso lo maravilloso es escaso, frio y confuso. Tampoco quiero felicidad eterna, eso no existe, resulta efimero, ridiculo y carente de vida, es decir, irreal.
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