Miedo a contemplar mi alma calada de tus besos y protección, la cuál, si se rompe, podría llevarme a una desesperación eterna por encontrar un nuevo aliciente.
La fragilidad de mi ser, el temor principal; ser herido y no encontrar la gasa que evite la hemorragia. No encontrar el muro que detenga mi caída y me haga olvidar el abismo, al cual, siempre estoy expuesto.
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