Sueños danzando en la penumbra, atrapados por los incesantes deseos que día a día nos impulsan a materializarlos. Aquellos que despiertan la reserva de energía que residen en lo más hondo de nuestra alma.
Constante lucha que jamás debería ceder a los continuos ruidos emitidos por el resto, del tiempo que avanza y amenaza con dejarnos totalmente desnudos.
Deshazte del estandarizado orden cronológico de tus días- aquel con el que la gran mayoría hemos crecido; instándonos cuando comenzar y terminar nuestros intentos. Recuerda que puedes empezar y terminar cuando quieras.