Creemos ser acero; creemos resistir un vendaval y siempre olvidamos que nosotros somos partes del mismo , que a veces somos nuestros peores enemigos.
Los que sin darnos cuenta socavamos nuestra trampa y los que finalmente caemos en ella.
Nunca olvides cuanto luchaste por lo que hoy tienes en tus manos, vale la pena seguir luchando por ello.
Nunca olvides cuanto luchaste por lo que hoy tienes en tus manos, vale la pena seguir luchando por ello.