Los errores se convirtieron en dolor, el dolor perduró el tiempo necesario, amasando nuestra conciencia; escupiendo inútiles sentimientos de los cuáles solo obtendríamos más dolor, parálisis, tristeza.. Finalmente el dolor nos hizo aprender....
Con el paso del tiempo podremos preguntarnos la función de estos ásperos e intensas emociones, las cuales finalmente; se convertirán en un desecho, o algo que casi no ocupará nuestro tiempo, en comparación a como lo hacia en sus comienzos.
Lo cierto, es que; aunque podamos obtener de nuestras acciones actuales o acciones mas antiguas, la tristeza o rumiación más intensa. Esta existencia se debe a un único propósito; nuestra propia protección; el deseo de que no volvamos a manifestar la conducta que llevo a estas emociones a manifestarse con su ruido.