Estado de estupor.

Dormidos; es la definición más acertada para la persona que no reacciona ante ningún tipo de estímulo, no solo usamos esta acepción para la persona que esta en  el típico y natural estado de descanso, hablamos de sueños rotos e incapacidad para alcanzarlos. Impulsos perdidos y lagrimas derramadas hacia la nada, la nada.. donde todo resulta estúpido y carente de valor... no hay rasgos de continuidad, solo desasosiego y sinsentido. 

Cada mañana cuando despertamos de nuestro descanso; nos debatiremos entre dos opciones,   seguir durmiendo o abrir los ojos de verdad y escupir al mundo la promesa que un día hicimos con nosotros mismos. 

Bifurcación...

Aguardamos en silencio; los cambios no suceden, por ello la mayor parte del tiempo no los esperamos. 

Vivir el día a día como una rutina insufrible nos convierte en miembros de la eternidad, nunca imaginamos que lo que hoy resulta absurdo , mañana podría ser un anhelo indescriptible. 

Esbozar una sonrisa forzada no alberga ninguna realidad palpable, solo nos sumerge en el mundo de plástico, el mundo de las grandes promesas; las de cazar ciegamente la felicidad con abundante constancia y trabajo. 

Potenciamos capacidades para obtener la belleza del mundo disfrazado por una máscara de goma, no nos percatamos que en el camino se pierden otras; que el pensamiento se atrofia y la creatividad se apaga. No hay flexibilidad. Me encuentro en una cadena de montaje.