Por algunos motivos a veces nos quedamos estancados en un bucle... en el que sin darnos cuenta estamos continuamente llevando las mismas conductas paralizadoras en nuestra personalidad.
A veces transferimos nuestras tensiones y fracasos a las personas que nos rodean, haciéndolas culpables de nuestros sentimientos o emociones.
Al igual que aprendemos a escribir, debemos aprender a escucharnos.